Fotografiar es retener el aliento cuando todas nuestras facultades convergen hacia la realidad huidiza; entonces la captura de la imagen se convierte en una gran alegría física e intelectual. Fotografiar es -en un mismo instante y en una fracción de segundo- reconocer un hecho y la organización rigurosa de las formas percibidas visualmente, que lo expresan y le dan significado. Es poner en una misma línea de mira el cerebro, el ojo y el corazón..." (Henri Cartier-Bresson)